martes, 11 de octubre de 2011

¿Amor o posesión?

“Toxicidad”. Componentes tóxicos, familias tóxicas, relaciones hirientes, daños.
Y, es que la famosísima canción “toxic” de Britney Spears, no es  casual para el mundo. Ella expresa más que palabras cuando afirma su eterna esclavitud al necesitar:

“CON EL SABOR DE TUS LABIOS
ESTOY EN UN VIAJE
ERES TÓXICO
ESTOY COMETIENDO UN ERROR
CON EL SABOR DEL VENENO DEL PARAÍSO
SOY ADICTA A TÍ
¿NO SABES QUE ERES TÓXICO?
INTOXÍCAME AHORA
CON TU AMOR, AHORA
CREO QUE ESTOY PREPARADA AHORA
CREO QUE ESTOY PREPARADA AHORA
INTOXÍCAME AHORA
CON TU AMOR, AHORA
CREO QUE ESTOY PREPARADA AHORA”.
Si hay diferentes tipos de “veneno”, pero el resultado es idéntico o similar. El que creció con un ludopatico va a terminar siendo un codependiente, o va a luchar por no serlo y restarse toxicidad.  El que se crió con un alcohólico va a terminar siendo codependiente, o va a tener que esforzarse mucho  para restarse toxicidad.
La madre que afirma que sus hijos son su vida, afirma a la vez que después la madre va a tener que ser la vida de los hijos. “Yo hago todo por ellos, y mañana ellos harán todo por mí, sino me están castigando, me deshonran”. Entonces los hijos terminarán siendo codependientes, como lo fue primera su madre.
Estos casos, y muchos más, pero la ley es la misma: “La eterna herencia de lo que harás” y su compromiso se repite: “El que me necesita me quiere”. Y, no es arduo comprender dicho compromiso, si en el pasado de una persona se veía estos esquemas de cuidar, en el presente lo más frecuente es que se repita. O si un niño aprendió a ser sus padres, se va a comportar como adulto a una edad cortísima. También se puede ser el chivo expiatorio, y eso implica mucho.
No es un problema entender  lo positivo de uno o muchos cambios, pero es difícil el trabajo.
Es perjudicial para la salud la herencia, y al igual que los cigarrillos, es una lucha desheredarse.
Las discusiones no siempre son “malas”, la mayoría son una gratitud, aparte de los desahogos, dejan beneficios en el aire que se toman.
Pienso fielmente que los padres no pueden hacerlo todo, los hijos tampoco. Los padres no son perfectos, los hijos no son rescatistas ni los héroes de la perfección. Esperar que los hijos hagan las cosas mejor que los padres es dictar una sentencia, lejos de lo que parece un sano deseo.
Lourdes.

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